Fecha Publicación: 05/05/2023 08:01:47 am
La generación Z ya es una proporción importante de la fuerza laboral que llega a ser muy disruptiva con la empresa tradicional. ¿Los estás escuchando?
Tengo 52 años, soy consultora de empresas en temas organizacionales, no soy nativa digital, pero me defiendo. Mi hija tiene 22 años, estudia en la universidad y practica en una empresa de retail desde el primer año de estudios.
Ella entró a sus prácticas para “digitar datos” y se ha ido ganando un espacio en la empresa, porque puede armar presentaciones muy interactivas, y sabe ordenar y buscar información de una forma tan rápida que a mí me marea. Los Gen Z “vienen” con un paquete de herramientas y competencias que los Baby Boomers y generación X no tenemos. Queda claro que cada vez que necesito resolver algún dilema tecnológico no pierdo tiempo en buscar cómo hacerlo, le pregunto a mi hija.
Hoy, uno de cada cuatro trabajadores en las empresas pertenece a la generación Z, y muchas veces ni los miramos porque son muy jóvenes “y no saben nada”. Según el IMF Business School, los Gen Z no solo son más tecnológicos, son, además, autodidactas y aprenden más rápido, son muy visuales y son más solidarios con otras personas y el medio ambiente. Asimismo, según un estudio de Job Today, los Gen Z pueden controlar cómoda- mente hasta cinco pantallas a la vez. Yo con mi laptop, ipad y teléfono ya me mareo.
Pero la característica que más me gusta de ellos es su capacidad de adaptación al cambio. La tecnología que “respiran” avanza tan rápido que están acostumbrados a adaptarse constantemente. Es más, yo creo que no son conscientes de la adaptación al cambio porque no tienen que entrenarla, ya viene con ellos.
Es ahí donde me pregunto: ¿qué estamos haciendo los gerentes, jefes y socios para incorporar a los que recién entran a trabajar a nuestras empresas y aprovechar esas capacidades? ¿Qué estamos haciendo para incorporarlos, si muchas veces los tildamos de impacientes (lo son) y egoístas porque ponen por delante el balance de su vida personal y laboral? ¿Creemos que, porque son diferentes a nosotros, no van a aportar lo suficiente al negocio? Parte del ejercicio de liderazgo es escuchar otras voces, incorporar pensamientos distintos para llegar a mejores decisiones con más información. Regresamos, como siempre, a la importancia de la diversidad. Sí, diversidad de edad también. Creo que un colaborador que trabaja por objetivos, no solo por tareas, y que ve los problemas desde una óptica diferente, desde lo más visual y tecnológico, puede ser lo mejor que le pase a tu empresa para volverse más sostenible. Te animo a estar dispuesto a tomarte un café (en vaso alto y con cañita) con un Gen Z con quien trabajes y preguntarle cómo ve el futuro de tu empresa. Te puedes sorprender.