Cremería Toscana, Palettas y Crem de la Crem cuentan detalles sobre las estrategias comerciales que se han planteado para la temporada de calor.

Con cautela, y apostando porvuna continuidad las heladerías de Lima, viene preparándose para este verano 2021. La sensación de optimismo, a pesar de lo complicado de un año marcado por la pandemia y las pérdidas que muchas de ellas han registrado debido a la paralización de los negocios y la cuarentena.

La Cremería Toscana, un negocio familiar nacido en Barcelona y que opera en Lima desde diciembre de 2018, apenas llevaban en funcionamiento un año tres meses cuando, debido a la emergencia sanitaria, se vio obligada a cerrar su tienda ubicada en San Isidro. 

“La pandemia nos obligó a cerrar hasta junio. Tuvimos cero ventas en este tiempo, y por tanto, nuestra proyección de crecimiento, que iba muy bien, también se vió paralizada”, cuenta Alfonso Linares, representante del establecimiento. 

Nueve meses después la realidad se presenta bastante mejor, a pesar de las dificultades mencionadas. Y las proyecciones para el verano se tornan positivas.

A pesar de la pandemia, este 2020 cerramos casi al mismo nivel de ventas del 2019. Nuestras expectativas eran crecer un 30%, pero si consideramos la dificultades, el resutado es buenísimo”, dice Linares.