Fecha Publicación: 22/07/2024 12:36:42 pm
El análisis muestra que estos negocios (con uno a cinco años de operación) en Lima tienen tres años en promedio. Cinco de cada 10 cuenta con un solo empleado y el 69% de encuestados reconoce no tener ningún registro de contribuyente ni emitir comprobantes.
En el mundo, Perú se ubica como el tercer país con más emprendedores, según el ranking Ipsos Global Advisor 2023, mostrando así a un tejido empresarial creado tras décadas de crisis y bonanza económica con negocios tradicionales, principalmente.
Sin embargo, este segmento de la economía (21%, representado por micro y pequeñas empresas) ahora acoge a una nueva generación forjada en Lima en medio de la pandemia de la covid y que trae un perfil distinto en la forma de hacer negocios.
Javier Álvarez, director senior de Tendencias del Consumidor de Ipsos Perú, señaló que, en base al estudio El Emprendedor Limeño, los nuevos emprendimientos (con uno a cinco años de operación) en Lima tienen tres años en promedio, es decir, nacieron tras las primeras olas del covid.
Por sectores, el 47% se encuentra en comercio, 43% en servicios y solo 10% en industria.
Dentro de esas categorías, destacó una alta atomización de giros, a diferencia de los negocios de larga data que se enfocan en actividades más tradicionales y menos diversificadas.
“Las bodegas (el principal giro del comercio actualmente) son la idea de negocio más rápida, pero los nuevos emprendimientos están bien atomizados. Hemos encontrado 1,500 rubros”, comentó a Gestión, tras destacar la presencia de oficios menos convencionales como maquilladores, animadores y venta de tecnología.
Situación actual
Sobre las condiciones de operación de estos nuevos negocios, el referido estudio reveló que 66% tiene un local; sin embargo, solo 37% de estos tienen puerta a calle. Los demás ocupan un espacio en la casa con una cierta adaptación o no.
En tanto, 49% de estas empresas tiene un solo empleado; es decir, el emprendedor trabaja solo; mientras que el 35% opera con dos personas, evidenciando así su categoría de pequeños negocios.
Respecto a la formalidad, 69% de los encuestados reconoció que no tiene ningún registro de contribuyente ni emite comprobantes.
Al respecto, Álvarez reconoció que ese grado de informalidad en los nuevos negocios se relaciona en general con la poca disposición de los peruanos a pagar impuestos. Sin embargo, aclaró que esa situación tiende a cambiar por ciertos factores.
“Depende del tamaño del cliente al que empiezan a atender, cuando venden a empresas estas les solicitan factura y se formalizan. O también, mientras más educado sea el emprendedor, hay más conciencia de los beneficios de la formalización”, anotó.
Y respecto a la situación de estos nuevos negocios, el estudio indicó que 64% alcanza a generar ganancias, mientras que un tercio (35%) solo gana lo justo para cubrir los costos.
En tanto, uno de cada 10 aún no es autosostenible y está generando pérdidas.
Presencial y virtual
Consultados por la naturaleza de su actividad, el 35% de los entrevistados indicó que su negocio es 100% presencial, el 23% es totalmente virtual (principalmente en redes sociales, apps de mensajería y páginas web) y 40% combina ambos canales. Sin embargo, la relevancia de cada modalidad en los ingresos es bastante pareja.
Y es que, para el 51% de los negocios encuestados, la mayor generación de dinero está en el canal presencial; y para el 49%, en las plataformas digitales.
En adelante, Álvarez consideró que el grupo que combina el formato virtual con lo presencial podría tender a dejar este segundo canal si observa que puede prescindir de una tienda física al ya comercializar vía redes sociales. Asimismo, advirtió que la inseguridad podría jugar en contra de la venta física y a favor de la virtualidad.