Mientras que los malls ubicados en el sur país se encuentran desabastecidos de productos ya que los camiones no pueden llegar con la mercadería. En Lima, aunque en menor medida, también se siente el impacto.

Debido a las protestas, los negocios de los centros comerciales del sur del país ya comienzan a reportar problemas.

“Haciael sur hay desabastecimiento, como en los centros comerciales de Ica, Arequipa, Cusco, Puno y Juliaca. Lo mismo ocurre en zonas como Pucallpa o Huánuco, donde ha sido muy difícil la operación”, indicó a Gestión, Juan José Calle, presidente del Consejo Directivo de la Asociación de Centros Comerciales y de Entretenimiento del Perú.

En estos momentos, agregó el ejecutivo, en los centros comerciales ya no hay alimentos perecibles, electrodomésticos, ropa, entre otros, por la paralización de aeropuertos.

“Y los camiones que llevan los productos no pueden transitar ante las vías bloqueadas y otros tienen el temor que sean saqueados”, refiere.

Bajo este esquema, la proyección de Calle es que los locata- rio de los malls a nivel nacional tendrán una reducción del 30% de sus ventas en enero, que equivalen a una pérdida de S/ 600 millones.

Cabe precisar que, en el primer mes del año, las ventas de los centros comerciales bordean los S/ 2,000 millones, pero por todas las manifestaciones este mes deben estar alrededor de S/ 1,400 millones.

Y en zonas como Juliaca las ventas serán nulas “porque los establecimientos están cerrados y andan reparando la infraestructura causada por actos vandálicos”.

Situación extrema.

El también gerente general del Jockey Plaza mencionó que la situación en la capital también se está complicando por las marchas violentas.

“En Lima, hay operaciones que se han visto obligadas a cerrar de manera intermitente porque las protestas o disturbios pasan cerca. Por ejemplo, el Centro Cívico ha tenido que cerrar sus puertas y eso sin duda afecta la venta”, precisó.

En esa línea, indicó que, con estas movilizaciones, toda la cadena productiva se afecta, incluido los productores, los fabricantes de ropa, de zapatos, los transportistas, entre otros.

Inversiones trabadas

A su turno, Carlos Neuhaus, presidente ejecutivo de ACCEP, indicó que para este año no hay una inversión grande en centros comerciales. “Lo que se está haciendo es terminar los proyectos que se anunciaron como el de Raúl Ferrero, San Juan de Lurigancho, pero hoy en día abrir algo nuevo y bueno es un poco difícil hasta que las cosas no se aclaren”, dijo.

En tanto, Calle manifestó que las situaciones de protestas son muy desalentadoras para las inversiones.

“Todo el mundo nos está mirando y el capital viene de todas partes. Obviamente nos ven como un país en riesgo, cada vez más complicado, y eso desalienta a cualquier inversionista”, acotó.

Por esa razón, desde la ACCEP invocaron a las autoridades que intensifiquen sus acciones dentro del marco de la ley y restablezcan el orden, además de que se encuentren los canales de diálogo.