Si hasta antes de la pandemia del covid-19, en promedio, cinco de cada 10 peruanos consumían con mayor frecuencia comida de chifa, a marzo de este año, el número de comensales avanzó de manera significativa.

Y esta mayor demanda hace que este mercado crezca de manera constante año a año. Según un estudio de la consultora Flanqueo, al cierre de este año se proyecta que moverá alrededor de S/5,000 millones,12% más que en el 2023.

Javier Quiñones, gerente general de la consultora, indicó que existen 25,000 restaurantes de este tipo de comida abiertos a nivel nacional, la mayoría de ellos ubicados en la capital, debido a que hay una menor penetración de este tipo de negocios tanto en la sierra como en la selva.

“A pesar de la recesión de la economía, es un mercado que está creciendo”, subrayó.

Número masivo

En vista de la demanda de este tipo de comida, al año, se abren alrededor de 2,000 restaurantes de comida oriental.

“El precio medio de un menú de chifa se incrementó en 30% desde el 2020. Esto ha permitido que la rentabilidad de esta clase de restaurantes vaya en aumento. Además, se ha vuelto un sustituto de las pollerías y pizzerías, al tener un ticket más económico”, añadió.

Por ejemplo, el ticket promedio en los negocios dirigidos al sector socioeconómico C y D es de S/ 20, una opción 30% más barata, que un cuarto de pollo a la brasa que cuesta cerca de S/ 28.

En tanto, el ticket de los espacios dirigidos a los sectores A y B se ubica entre S/ 52 y S/65 por persona.

“El gasto promedio en los chifas, incluso, ha subido S/5 ya que hasta hace cuatro años era de S/ 15, pese a ello es la alternativa más económica del mercado”, acotó.

Montos de inversión

A nivel de inversión, Quiñones comentó que si se trata de implementar un restaurante en locales chicos, el capital que se requiere va entre US$ 20,000 a US$ 40,000.

En caso de locales medianos, la cifra sube y puede ir de US$ 50,000 a US$ 200,000; y para locales grandes, sobre todo en centros comerciales, las inversiones pueden superar los US$ 500,000.

En cuanto al tiempo de recuperación de la inversión, no llega a superar los dos años y el margen neto de locales pequeños oscila entre 20%; en el caso de los medianos, 25%; y de locales grandes podría llegar hasta 35%.

“La rentabilidad mejora por las aplicaciones del delivery. Este canal puede representar de 15% a 40% de las ventas totales según el local, la marca y cantidad de sedes”, especificó.