El Perú es un país con grandes oportunidades y en el que los tiempos están cambiando, las nuevas generaciones también buscan cambios y nuevas oportunidades.

La generación Z (13 a 20 años) viene con un mayor espíritu emprendedor. Según el estudio Perfil del Adolescente y Joven 2018 de IPSOS Perú el 83% de ese grupo considera “muy y bastante importante” formar una empresa propia.

Esta generación ya no apunta a una actividad industrial o de servicios, sino al comercio y los negocios digitales. Por ejemplo, piensan más en una aplicación web como plataforma que en una tienda física.

Esta idea de crear una empresa también es respaldada por la orientación del ahorro. Y es que el 86% de los adolescentes y jóvenes guardan parte de sus ingresos, y entre los motivos está el iniciar un negocio. Para ellos, la prioridad está en emprender, incluso antes que tener auto propio, familia o pareja.

Javier Álvarez, director sénior de Tendencias del Consumidor, señala que este fenómeno tiene que ver con el ciclo de vida, “ellos quieren un negocio para tener éxito y dinero pronto”.

La principal ocupación de la generación Z es estudiar (65%), por ello sus propinas, trabajos eventuales y otros permanentes los ayudan a generar ingresos. La mayoría obtiene S/. 200 al mes. En el caso del segmento de 18 a 20 años (que realiza trabajos más constantes), el ingreso se eleva a S/. 720.

De esta generación, el 77% ahorra una parte y gasta la otra. Solo el 14% lo gasta todo y 9% ahorra todo. Usualmente en ropa (39%), alimentación (27%) y en salidas (24%).

EMPRESA PROPIA:

Esta generación que parece muy joven aún ya tiene establecido entre sus motivos de ahorro el iniciar una empresa propia, no buscan trabajar para alguien más allá que para ahorrar.

Una muy buena opción de inversión para estos ahorros son las franquicias, ya que tienen uno de los elementos que más les importa: la prontitud. Además de seguridad.

Si bien las franquicias no eliminan el riesgo a fracasar, estas lo disminuyen en gran proporción. Al invertir en una franquicia estás invirtiendo en una marca conocida, con una buena imagen y, sobretodo, con un conocimiento detallado de la gestión del negocio. Este conocimiento, que incluye sus procesos, ya ha sido probado, por lo que el éxito de la marca también es comprobable.

No se empieza desde cero como en un emprendimiento nuevo, empiezas bajo la guía de un asesor en franquicias y del dueño de la marca, que tiene que compartir todo el conocimiento para que puedas gestionar tu negocio propio y estará guiándote durante todo el proceso.

Sin embargo, la franquicia es como cualquier emprendimiento al cual se le tiene que dedicar tiempo, esfuerzo, dedicación, educación y más. Un punto a favor que tiene la generación Z es el espíritu emprendedor.

Atrévete a invertir en tu propia franquicia. Consulta por nuestras asesorías.

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