Antes de la pandemia, el canal de delivery representaba solo el 5% de los ingresos de Cinnabon Perú. Ahora esta proporción oscila entre el 15% y el 20%. Para fortalecer este lado del negocio, la firma tomará algunas medidas.

Una es la incursión en dark kitchens. “Hacia el tercer o cuarto trimestre, queremos tener una cocina oculta en Surquillo o Magdalena”, indica Jean Carlo Villanueva, gerente de Marketing de la empresa. Así, con estos espacios de producción dedicados solo a las entregas a domicilio, buscan cubrir de mejor manera distritos como Miraflores o Barranco. Hoy, el delivery de Cinnabon solo se canaliza a través de Rappi y Glovo. Además, buscarán habilitar la opción de envío a domicilio a través de su propia web.

Asimismo, durante este año la empresa abrirá dos nuevos locales en Lima y han recibido propuestas para llevar la marca hacia Piura y Arequipa.